¿Estás ante un golpe de calor? Así debes de actuar…
Se denomina un golpe de calor a una respuesta del organismo por el excesivo ardor del sol sobre la cabeza. Los síntomas que derivan de esta respuesta son náuseas, vómitos, cefalea, calor en la piel, sopor y alteración de las fibras musculares.
En casos extremos pueden observarse convulsiones y otras afecciones graves.
El golpe de calor no tiene por qué darse exclusivamente en una situación de exposición a los rayos de sol. Puede producirse también por la combinación de altas temperaturas con alta humedad y poca ventilación.
¿Cómo evitarlo?
La prudencia y la observación son los mejores aliados contra el golpe de calor, que se da más a principios de verano y puede gestarse silenciosamente. Lo ideal es buscar la sombra cuando el sol aprieta, estar bien hidratado y no hacer deporte ni trabajos duros en las horas críticas.
¿Qué hacer si ocurre?
Lo más aconsejable: acostar a la persona con los pies elevados, cerca de un lugar fresco y ventilado, aflojarle la ropa, darle de beber agua si presenta buen nivel de conciencia y no vomita a tragos pequeños y de forma lenta, ponerle paños o sabanas mojadas en agua fría alrededor del cuerpo.
Si es necesario no dudes en llamar a la asistencia sanitaria.